La mañana en La Promesa comienza con una falsa calma. Tras el desastre de la fiesta y la huida de Lisandro, Leocadia parece derrotada… pero solo por fuera. Por dentro, el fuego del odio arde con más fuerza que nunca. Ya no hay lugar para intermediarios: la guerra ahora será personal, directa… y letal.

👉 Su nueva jugada se llama Cristóbal Ballesteros, un candidato “ideal” para reemplazar a Rómulo como mayordomo. Pero nadie lo conoce, y su llegada trae más preguntas que respuestas. ¿Será un nuevo peón de Leocadia… o su verdugo?

Mientras tanto, Leocadia no pierde el tiempo: se presenta en la biblioteca ante Alonso con una mezcla perfecta de respeto, veneno y manipulación. Planta la semilla de la duda sobre Adriano con frases sutiles, apelando a la responsabilidad del marqués. Y funciona: Alonso, cansado y confundido, empieza a mirar a su yerno con nuevos ojos.

💣 Pero la nobleza no es el único frente en llamas.

En las cocinas, un peligroso plan avanza…

Lope, armado solo con una bolsa de tela, un croquis hecho a mano y el valor que le queda, se prepara para infiltrarse en la residencia de los Duques de Carril. Vera le ha pedido recuperar algo valiosísimo… aunque no ha dicho qué. El riesgo es extremo, pero Lope está decidido.

Curro, su mejor amigo, intenta detenerlo. “¡No es un juego!”, le grita. El miedo, el dolor y la lealtad se enfrentan en una conversación intensa donde Curro suplica que no se sacrifique por una promesa.

🧨 ¿Elegirá Lope la razón o el corazón?

A la vez, en las sombras del palacio…

El regreso de Jana, la renuncia de Rómulo, los rumores sobre Adriano… todo parece derrumbarse. Pero en medio del caos, una chispa de esperanza ilumina los pasillos: la esperada boda de Rómulo y Emilia.

Una celebración sencilla, cargada de emoción. Las criadas preparan un vestido con cariño, los criados compran vino con sus ahorros. Todos quieren ver a los dos veteranos del servicio, por fin, unidos.

😔 Pero Petra, siempre dispuesta a apagar la alegría, entra con su lengua venenosa a arruinarlo todo.

Con comentarios hirientes y moralismos rancios, logra dividir a la servidumbre y sembrar tensión donde solo había ternura.

Y aún queda una última incógnita: ¿quién es realmente Cristóbal Ballesteros?
¿Una marioneta más en las manos de Leocadia… o un agente que viene con su propia agenda secreta?

📆 El lunes 30 de junio, todo puede cambiar.
💔 Las máscaras caen, los amigos dudan… y los enemigos, ahora, tienen nombre y rostro.