Spoiler: El lado más oscuro del Capitán Lorenzo De Mata sale a la luz en “La Promesa”
En la última entrega de “La Promesa”, el capitán Lorenzo De Mata revela su faceta más perversa, posicionándose como el auténtico arquitecto del caos que amenaza con destruir la paz del palacio. A lo largo de esta trama cargada de conspiraciones, traiciones y ambiciones desmedidas, Lorenzo demuestra que no tiene límites cuando se trata de obtener el control absoluto.
Con una estrategia perfectamente orquestada, Lorenzo divide su plan maestro en tres frentes bien definidos. En primer lugar, siembra desconfianza entre la marquesa Cruz y los duques de los Infantes, especialmente utilizando a la duquesa de Carry como instrumento de manipulación. Esta última, influenciada por Lorenzo, esparce el rumor de que Don Alonso ha sido infiel, lo que hiere profundamente el orgullo de Cruz. De continuar por ese camino, es probable que estalle un conflicto abierto entre ambas familias, justo como Lorenzo desea.
El segundo frente de ataque se enfoca en Vera, la joven hija de la duquesa de Carry. Tras la advertencia de su madre de mantenerse alejada del capitán, Vera queda sola y vulnerable. Lorenzo, con su astucia habitual, podría utilizarla como peón en su juego, atrapándola en una red de engaños y chantajes. El espectador queda en vilo ante la posibilidad de que la duquesa regrese a tiempo para salvar a su hija o si observará desde la distancia cómo su primogénita es manipulada por este hombre sin escrúpulos.
Pero es el tercer frente el más preocupante de todos: Curro. El joven, ya marcado por secretos familiares y una identidad fracturada, se convierte en el blanco más sensible del capitán. Se sugiere que Lorenzo ha descubierto algo comprometedor sobre él, algo lo suficientemente grave como para desequilibrar la frágil armonía de La Promesa. Lorenzo amenaza con usar esta información como arma para desestabilizar aún más al chico, cuya vulnerabilidad podría quebrarlo de forma irreversible.
Además, el capitán no solo actúa contra enemigos directos. Incluso su antigua amante, la baronesa de Grazalema, ha sentido la frialdad de su traición. Si pudo apuñalar por la espalda a alguien con quien compartió intimidad, ¿qué le impediría arrasar con una familia entera? Su presencia constante en la hacienda, moviéndose como una sombra silenciosa, inquieta a todos. A pesar de su rango militar, no cumple función alguna. No trabaja, no se va, no se ausenta. Está siempre ahí, fisgoneando y escuchando. De hecho, ya es apodado “la portera de La Promesa”, un título que refleja su omnipresencia y su afán de entrometerse en todo.
Este apodo, que antes parecía exagerado, ahora le encaja como anillo al dedo. Lorenzo se ha convertido en el emblema del cotilleo palaciego, atento a cada conversación, a cada secreto. Su táctica es clara: insinuarse con sutileza, actuar como si fuera inocente, mientras en realidad inocula su veneno en las relaciones entre los residentes. Nada se le escapa. De hecho, ahora su nuevo objetivo es el conde Ayala.
Sin enfrentarlo directamente, como es su estilo, Lorenzo siembra dudas con medias verdades y miradas ambiguas. Sugiere que no fue él quien informó a Martina sobre ciertos temas, pero deja entrever lo contrario, generando una grieta entre Ayala y su hija. Algunos creen que el verdadero plan del capitán es aún más siniestro: hacer que declaren al conde mentalmente inestable para encerrarlo en un manicomio. Un plan que ya intentó con éxito en el pasado contra la propia marquesa Cruz, con ayuda de la baronesa. Esto demuestra que Lorenzo no olvida y, si algo le ha funcionado, no duda en repetirlo.
El nivel de manipulación y malicia de Lorenzo ha alcanzado cotas inesperadas. Desde el inicio de la serie, hemos sido testigos de tramas intensas, giros argumentales impredecibles, alianzas traicioneras y dramas que nos han mantenido enganchados. Y si algo queda claro, es que Lorenzo De Mata se ha consolidado como el villano absoluto de “La Promesa”.
Pero lo más escalofriante de todo está por venir. En el horizonte se vislumbra el esperado matrimonio de Curro y Matilde. Una celebración que debería simbolizar esperanza y felicidad, pero que, bajo la sombra de Lorenzo, se transforma en una amenaza latente. No olvidemos que Lorenzo ya intentó asesinar a Curro en el pasado, durante una cacería que acabó con la vida de Feliciano por error.
Ahora, con el pretexto del enlace, el capitán podría estar preparando su segundo intento. La confusión de los festejos, los brindis, las sonrisas… todo podría ser el escenario perfecto para consumar su venganza. ¿Elegirá el momento de la boda para atacar, tal vez envenenando a su víctima o provocando un accidente? Y lo más inquietante: ¿será la marquesa Cruz su cómplice, seducida por el odio y la sed de revancha?
La posibilidad está sobre la mesa, y muchos se preguntan cómo actuarán ambos personajes. La tensión se palpa en el ambiente, mientras los seguidores de la serie desarrollan sus propias teorías y se preparan para otro posible desenlace trágico.
“La Promesa” ha dejado claro que en sus muros nada es lo que parece, y con Lorenzo De Mata acechando, el drama está más vivo que nunca. ¿Sobrevivirá Curro al día de su boda? ¿Caerán más víctimas en esta maraña de intrigas? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, seguimos atentos, porque en esta historia, el drama nunca duerme… y nosotros tampoco.