Spoiler: Lorenzo, entre la redención y el abismo: la verdad sale a la luz en La Promesa
Los últimos episodios de La Promesa han desencadenado una ola de reacciones entre los espectadores, y todo gira en torno a un personaje que, hasta hace poco, parecía estar en una relativa calma dentro de la intriga del palacio: Lorenzo, interpretado por Guillermo Serrano. Sin embargo, las revelaciones recientes han convertido al Capitán de la Mata en el foco absoluto del drama, acaparando toda la atención con secretos que amenazan con hundirlo irremediablemente.
Aunque la serie mantiene abiertas múltiples tramas paralelas, ninguna ha logrado eclipsar la tormenta que se cierne sobre Lorenzo. Su intento por lavar su imagen, su implicación en oscuros acontecimientos del pasado y una inesperada propuesta de matrimonio forman un torbellino narrativo que lo sitúa en el ojo del huracán.
Todo comenzó cuando Lorenzo, reconociendo parcialmente sus errores del pasado, decidió implicarse en la rehabilitación social de Leocadia, quien ha perdido el prestigio entre los círculos de la alta sociedad. En su intento de ofrecer una salida digna a la complicada situación, y también quizás como estrategia para limpiar su propio nombre, el capitán propuso algo que dejó a todos sin aliento: casarse con Ángela, una joven que se ha ganado el respeto del servicio pero que aún lucha contra el peso de los prejuicios.
Lejos de ser una muestra romántica, esta propuesta tiene tintes estratégicos y despierta muchas preguntas. ¿Es Lorenzo realmente sincero o intenta protegerse utilizando a Ángela como escudo social?
Mientras tanto, su situación interna en La Promesa se vuelve cada vez más insostenible. La tensión se ha elevado a niveles insospechados, especialmente después de que Curro, impulsado por la necesidad de venganza y justicia, comenzara a investigar sus negocios turbios.
Para ello, recurrió precisamente a Ángela, quien, por su cercanía al capitán, tenía acceso a documentación privada. Al principio, ella dudó. No quería traicionar la confianza que Lorenzo había depositado en ella, pero la búsqueda de la verdad y el deseo de hacer justicia pudieron más.
Durante uno de sus turnos de servicio, Ángela encontró documentos sospechosos. Papeles que revelaban actividades irregulares, movimientos financieros ocultos y posiblemente vínculos con delitos aún más graves. Fue en ese momento cuando su rol dentro del palacio cambió: de sirvienta leal, pasó a convertirse en pieza clave dentro de una investigación silenciosa, pero cargada de peligro.
Curro, consciente del riesgo, le pidió que detuviera su búsqueda. No quería que ella se expusiera. Sin embargo, ambos sabían que era demasiado tarde para echarse atrás. En medio de esta alianza clandestina, Curro le revela a Ángela un dato demoledor: Cruz no tuvo responsabilidad en la muerte de Yana, su hermana. Al contrario, todas las pistas apuntan a que fue Lorenzo quien la envenenó después de haberle disparado.
Este giro no solo reconfigura el mapa emocional de los personajes, sino que también coloca a Lorenzo en una posición más peligrosa que nunca.
En su investigación, Ángela y Curro encuentran un archivo determinante. No se trata solo de papeles sin importancia: es una colección de pruebas que podrían ser suficientes para hundir la carrera y la reputación del Capitán de la Mata. Pero el descubrimiento no les trae alivio, sino preocupación. Cuanto más se acercan a la verdad, más evidente se hace el peligro que corren.
Y ese peligro no tarda en materializarse. En los días siguientes, los nervios se apoderan del personal del palacio. Ángela, decidida a enfrentarse directamente a Lorenzo con las pruebas en la mano, desaparece. Nadie sabe dónde está. Petra, Candela y Simona sospechan que algo ha ocurrido, pero Curro es quien realmente se lanza a la búsqueda desesperada, temiendo que Lorenzo haya actuado antes de ser desenmascarado.
La desaparición de Ángela golpea a todos. Candela siente una opresión en el pecho cada vez que entra a la cocina y no la ve. Simona intenta consolar a los más jóvenes del servicio, pero su rostro no oculta el miedo. Petra, aunque más reservada, también comienza a sospechar que Lorenzo podría haber cruzado una línea irreversible.
Mientras tanto, Lorenzo intenta mantener la compostura. Sigue desempeñando su papel con frialdad, incluso continúa hablando de su supuesto compromiso con Ángela, como si todo estuviera en orden. Pero los rumores corren por los pasillos, las miradas lo acusan en silencio y cada gesto suyo es examinado con recelo.
Curro no se detiene. Está convencido de que no puede confiar en nadie más que en sí mismo para encontrar a Ángela. Sus pasos lo llevan a zonas olvidadas del palacio, a viejos archivos, a rincones donde quizá pueda encontrar una pista. Y es allí donde encuentra algo inesperado: una carta escrita por Ángela, posiblemente justo antes de su desaparición. En ella, expresa su temor por lo que estaba a punto de hacer, pero también su firme decisión de descubrir toda la verdad.
Esta carta renueva las esperanzas de Curro y confirma sus sospechas: Lorenzo está detrás de todo. Pero, ¿dónde está Ángela?, ¿está viva?, ¿aún puede salvarse?
La Promesa se sumerge esta semana en una atmósfera asfixiante. El drama que rodea a Lorenzo ha alcanzado niveles que pocos esperaban. Lo que empezó como una trama secundaria se ha transformado en una auténtica pesadilla. El Capitán de la Mata, que durante mucho tiempo logró moverse entre sombras sin ser atrapado, ahora se encuentra cada vez más arrinconado.
El público contiene la respiración, esperando saber qué ocurrió con Ángela. Las cartas están sobre la mesa y todo apunta a un desenlace inevitable. La justicia se acerca, pero no sin dolor, pérdidas ni consecuencias. En La Promesa, la verdad nunca es gratuita.